Y siempre es viernes, siesta de verano

(Aqua alone. 9-días-para-el-mar.com.ar)

Mi familia está de vacaciones en mi ciudad natal, eso ya se sabe.
Entonces mi mamá no me hace el desayuno, me levanto unos 15 minutos antes. Con esos 15 minutos menos de sueño, mi look es fatal (querías fatales? toma!). Mi mama también se llevó el secador de pelo, así que me seco el flequillo con otro más chongo. Queda fatal, tambien.
Me mandan SMS seguido, llaman dos veces por día, una de ellas al trabajo. Así que mientras estoy en el escritorio me cuentan que están en la playa y me quiero cortar las venas con una percha de madera.
¿Quién llamó al verano? Este calor no me deja vivir. Sólo estoy bien en la oficina pero la realidad es que prefiero estar afuera y sin aire. Me siento encerrada, ya lo dije. Pensar que cuando no trabajaba me iba un mes a la costa. Llámenme vaga, pero qué feo conformarse con quince días (y eso que es la primera vez que me toca tanto, los años anteriores me correspondía solo una semana).
JP se tomó las vacaciones, cuando vuelve me voy yo. Un mes sin verlo pasear sus camisas de colores por la empresa. Me dejó una linda última imagen, el viernes vino en bermuda y confirmé que tiene las mejores piernas del mundo masculino. ¿Era amores-platónicos-OFF también para este año? No me acuerdo.
La especie acecha acerca de cuándo me puede pasar a visitar. Lo presienten. Anoche en el mismísimo momento en que me acomodaba sola en la cama grande me llegó un mensaje. Forget it.
Heladera, comida para un regimiento. No se qué se cree mi familia, que las chicas lastran como limas nuevas. Bue. Lo bueno es que abrí el freezer y había un pote de 1/4 de helado, con mi nombre escrito y mis tres gustos preferidos dentro. Lo disfruté mirando "Orgullo y Prejuicio" en Cinecanal, me gustó.

Lo bueno también es que el club de la siete se me instala a partir de hoy mismo. Le llamamos la casa de Gran Hermano. A veces nos nominamos, cuando la convivencia nos mata. Pero no pasa seguido, por suerte...