(Enero es mi Sábado. But)
MUY primera semana de enero. Muy lunes, muy martes. Con todos los pensamientos típicos y las sensaciones más obvias:
* Pensar seriamente que no se puede tener tanto sueño todos los días, debe haber algo que está mal.
* Desesperarme al notar los resultados del ingreso brutal de comida y bebida en mi cuerpo durante diciembre. Daño difícil de evitar.
* Detestar a ciertos compañeros de la empresa que durante el año me resbalan. Muchas ganas de no verles las caras por un tiempo. Irritarme desde el Hola.
* En la misma línea laboral, plantearme si está bien lo que estoy haciendo. Pensar si realmente sigo eligiendo esto. Quedarme donde estoy, por comodidad, por seguridad, por haber conseguido mi lugar, por tener un grupo de compañeras (amigas ya) divino y súper contenedor (y aseguro que sé lo que es trabajar en un ambiente malo). Si, me quedo porque todavía puedo subir unos escalones más. Pero no se si tengo la paciencia para esperarlo, como esperé los anteriores hasta que llegaron. Era otro momento, los casi-26 pesan, no? Sobrevuela la idea de trabajar de forma independiente. Dudar mucho, tengo suficientes pilas? Habíamos acordado que no iba a pensar tanto todo. Pero el miedo a estancarme me puede. Elegir.
* Plantarme si quiero seguir sumando desprolijos a mi colección. Supongo que ya no quiero idiotas, so, por qué me manejo como tal? Lo que atraigo es lo mismo que irradio. Me divierto, sí. Clarísimo está. Pero en algún momento me va a dejar de divertir, y entonces qué? No creo saber manejar las cosas de otra manera.
* Preocuparme, dormir mal, soñar. Ejercitar el autoconvencimiento.
Igual ya fuiste, martes. Me encanta decir eso.
