An exit to eternal summer slacking

(Noviembre 2005. Mediodía en la oficina. Anhelo de sol)

Tenía veintiún años y estaba padeciendo las presiones típicas de fin de cuatrimestre. Había terminado pariendo las entregas y restaban dos finales. La necesidad de aire nuevo se me hacía insostenible. Ese viernes le dije a mi jefa de aquél entonces (alta perra) que tenía que salir al mediodía para una firma de libretas obligatoria en la facultad. Me fui a las 12 sin culpas, dejándola con todos los corpiños recién llegados de China. Después de todo, bastante mal me trataba. A la una me subí al micro hacia MDQ. Miré dos dvd's románticos en mi asiento-cama individual. Recibí un llamado provinciano, para variar. El sol en la ruta estaba ideal. El mar debía estar mejor. Miré por la ventana durante todo el viaje, pensando en lo bien que me estaba haciendo tanto silencio, y en las ganas que tenía de dejarme alimentar por mis nonnos, dormir sola en una cama grande, escuchar pajaritos y comprar collares de feria durante todo un fin de semana.