Ooooo Alfie get up it's a brand new day
(Lunes-para-el-olvido)
Mi día venía más o menos normal. El que parecía haberse levantado con el pie izquierdo era mi hermano. A la mañana perdió un lente de contacto en casa, salimos igual, y a las 15 cuadras se dio cuenta que se había olvidado los anteojos. Completamente miope y enojado me dijo "Doy el presente y me voy a la mierda". Un vecino me grita que el auto tiene las ruedas bajas, so, llegué tarde al trabajo después de pasar por alineación. Me cae un laburín que no me correspondía, pero había que ayudar. Día embole total. Llego temprano a la facu, bajo a Gilda (mi maniquí), la cambio, hago las bajadas láser, me encuentro con mis amigas. Pensé: "Qué bueno que faltó Hugo, así no tira mierda mientras me corrigen". Llega mi turno. Mi docente me hace efectivamente mierda. Una de mis compañeras, gorda pedante que nunca me banqué, basurea mi trabajo adelante de todos, tirando los comentarios extra sobradores desde lo alto del pony al que se subió no se cuándo. No le respondí, quizás por educación, como para no ponerme a su altura, porque se que cuando empiezo a calentarme me voy de mambo. Fui totalmente incapaz de decirle algo. Salí de la clase, fui al baño y me puse a llorar como la más pelotuda. ¿Quién es para hacerme sentir así? Qué actitud de mierda tengo, dejando que me afecte todo. No me dolieron tanto los 300 pesos que gasté en esta entrega como sí la actitud fuera de lugar de esta resentida. No se si fuera de lugar, tal vez son simplemente cosas que yo no haría. Capaz soy demasiado pelotuda. Con qué derecho me siento disminuida y dudo de mis capacidades. Porqué aflora toda mi inseguridad escondida y siento que va a tardar en irse...
Llegué a casa medio amargada. Me encuentro con mi hermanito: "Aqua, no pasa nada, no te hagas mala sangre. Peor yo que al final me quedé en la facultad esperando a los chicos, porque sin los anteojos no iba a reconocer un puto número de colectivo".
Nunca odio a la gente, pero durante el resto de la clase no le pude quitar la mirada de encima a esa estúpida... Creo que le eché un par de maldiciones, espero que le lleguen algún día. La realidad es que me odio a mi. La realidad es que tendría que haber escuchado a mi Nonno cuando me dijo "Médica o Abogada". Y capaz me ahorraba un par, sólo un par de golpes al autoestima.